Final Copa Libertadores: Peñarol buscará dar la vuelta Olímpica en el Pacaembú

No será fácil pero se puede.

 

Ni los 60 mil hinchas, ni el excelente recibimiento con fuegos artificiales de la hinchada "carbonera" le dió fuerza a Peñarol para sacar un partido que fué complicado los 90 minutos si fué este complicado el que le espera será infartante, pero todavía se puede la serie se encuentra abierta, y Peñarol ha demostrado de visita que puede sacar adelante partidos complicados.

No fue un resultado que los jugadores uruguayos aspiraban, pero pudo sacar diferencias a un Santos que no perdió ningún detalle de los delanteros de Peñarol, en un partido muy luchado, marcado, con demasiados balones mal entregados y falta de definición en las claras situaciones de gol, hace pensar que si terminaba 1-0 para cualquier equipo era una goleada. Por lo tanto el 0-0 fue el mejor resultado para un partido donde no faltó la fiesta, la adrenalina y los nervios, lo que si falto fué fútbol.

Uno puede pensar que el reconocimiento de campo no puede ser importante pero esta vez a Peñarol le costó caro el no haberlo hecho, con solo eso Santos ya sacó ventaja, y al "Carbonero" le costó mantenerse en pie en el primer tiempo se veían los jugadores como no se podían afirmar y se resbalaban con facilidad perdiendo cada pelota. El "Peixe" desde los primeros minutos logró plantarsele a Peñarol y a un estadio Centenario que no le asustó para nada y llegó a controlar el partido jugando al ritmo que siempre quiso el director técnico Muricy Ramalho.

Peñarol no estuvo en su mejor versión, los extremos no subían, el medio campo no generó fútbol, y Martinuccio nunca tuvo espacios para desequilibrar a una defensa que estuvo en sus mejores noches. Ninguno de los equipos logró llevar demasiado peligro al arco rival, lo que explica que contundencia no tuvieron ambos clubes, fué un partido como de ajedrez de oficio táctico, quien salío más beneficiado fueron los "Santistas" que lograron alejar a Peñarol de su área impidiendo que levantaran centros y sorpresivos contragolpes en los pies de Alejandro Martinuccio, que nunca le dejaron espacios para sorprender.

Neymar comenzó de menos a más, terminando un partido donde generó peligro para la defensa aurinegra y destacándose las buenas intervenciones del portero Sosa. A pesar de que suene irónico quienes tuvieron las chances más claras de gol para Peñarol fueron dos jugadores de su defensa, los dos Rodríguez, Darío elevó demasiado el balón ante la salida de Rafael desesperada y Guillermo recibió sólo un balón que no supo que hacer si bajarlo y definir, o rematar de cabeza definiendolo con un tiro débil a las manos del brasileño.

A quedar en claro los dos tuvieron chances pero fueron los delanteros los que no supieron definir las pocas que tuvieron, fue un partido que Santos se hizo sentir más dentro de la cancha por su estrategia de juego e hizo pasar dolores de cabeza a un Diego Aguirre que todo lo hizo para cambiarle la historia a un partido que era evidente que se iba al empate.